Ya sabemos que todo cambia, que nada es lo que era, que "en aquellos tiempos".... etc. etc., para que después todo vuelva a ser como fue antes.
¿Quién no recuerda cuando los gatos vivían en los tejados?. ¿Por qué los gatos pasaban casi todo el día (y la noche) en los tejados?. -Posiblemente para buscar su propia integridad y su sustento. En las alturas de los tejados, pocas personas se atrevían a coger gatos (para comérselos o para jugar, más bien lo primero porque eran años muy difíciles), y en los mismos tejados se posaban aves, principalmente pajaritos, que eran presas fáciles de los felinos.
Pero con el "desarrollo", ni los pájaros se posan en los tejados (no sabemos de qué materiales los hacen ahora), y desde luego los gatos, ya no se suben para buscar su protección y su comida.
En aquellos años, tenía sentido esta canción infantil:
¿Quién no recuerda cuando los gatos vivían en los tejados?. ¿Por qué los gatos pasaban casi todo el día (y la noche) en los tejados?. -Posiblemente para buscar su propia integridad y su sustento. En las alturas de los tejados, pocas personas se atrevían a coger gatos (para comérselos o para jugar, más bien lo primero porque eran años muy difíciles), y en los mismos tejados se posaban aves, principalmente pajaritos, que eran presas fáciles de los felinos.
Pero con el "desarrollo", ni los pájaros se posan en los tejados (no sabemos de qué materiales los hacen ahora), y desde luego los gatos, ya no se suben para buscar su protección y su comida.
En aquellos años, tenía sentido esta canción infantil:
Estando el Señor Don Gatosentadito en su tejado,
¡marramamiau, miau, miau!
sentadito en su tejado.
Ha recibido una cartaque si quiere ser casado,
¡marramamiau, miau, miau!
que si quiere ser casado.
Pero ahora, cualquiera le cuenta a un niño eso del Señor Don Gato sentadito en su tejado... se reiría y pensaría que el que cuenta o canta la canción está como un cencerro, los gatos de ahora no van a los tejados y no reciben cartas, sólo e-mails o e-miaulios.
Y si le contaran o cantaran otra parte:
Se ha roto siete costillas,
el espinazo y el rabo,
¡marramamiau, miau, miau!
el espinazo y el rabo.
Ya lo llevan a enterrarpor la calle del Pescado
¡marramamiau, miau, miau!
por la calle del Pescado.
Sería el colmo, sobre todo cuando eso del Pescado depende de un tal Fishler (como la agricultura), y los posibles acuerdos con Marruecos, lo que no extrañaría al niño, es la tardanza de la ambulancia debido al problema del tráfico.
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