MITOS SOBRE LOS GATOS
Mito:
Mujers embarazadas no deben tener gatos.Factor: Algunos gatos pueden estar infectados de una enfermedad q para ellos es inofensivo pero para una mujer embarazada, le puede producir graves problemas al bebe. Lo mejor, es darle la responsabilidad de limpiar la caja de arena al hijo mayor al padre o a algun amigo o vecino.
Mito:
El sentido de balance de los gatos esta en sus bigotes. Factor: Los gatos utilizan sus bigotes como "sensores" pero no para mantener el balance.
COMICOS SOBRE GATOS
El gato con la lengua enredada
Este es un divertido ejercicio de lectura. Es un texto difícil leer en forma continua. Inténtalo leer en voz alta y seguido, sin parar, rápido, pero sin correr.
Este gato esta vivo
Este gato es vivo
Este gato es vivo
Este gato la ve fácil
Este gato forma círculos
Este gato de mi casa
Este gato tener fiebre
Este gato a la hora
Este gato un rato
Este gato tonto tonto gato
Este gato entretenido el sólo
Este gato por gato
Este gato cuarenta veces
Este gato segundos después
Ahora lee solamente la tercera palabra de cada línea.
1-El gato y su amigo el gallo Un gato y su amigo el gallo van en un auto. De repente chocan y el gato dice: –Miiiiaaauuuuuuto. Y el gallo contestó: –¿Quiquiriquihagaaaa?
2- Mi gato ha matado a tu perro –Oye, debo darte una mala noticia, mi gato ha matado a tu perro!. –Pero que dices, !si mi perro es un doberman! –Ah, pero es que mi gato es hidráulico.
3-Mejor que no bañe al gato La mujer estaba bañando al gato en el jardín frente a la casa, y pasa un hombre y le dice:
–Señora, no debería bañar el gato. Mire con tanta agua se puede morir…
La mujer no le hace caso y sigue bañando al animal, pero al rato vuelve a pasar el hombre y ve al gato tirado en el piso:
–¿Se fija, señora? Le dije que con tanta agua lo iba a matar.
–No, señor, no murió de agua –dijo la bruta– sino después de exprimirlo para que se secara.
–Señora, no debería bañar el gato. Mire con tanta agua se puede morir…
La mujer no le hace caso y sigue bañando al animal, pero al rato vuelve a pasar el hombre y ve al gato tirado en el piso:
–¿Se fija, señora? Le dije que con tanta agua lo iba a matar.
–No, señor, no murió de agua –dijo la bruta– sino después de exprimirlo para que se secara.
4- El gato volvió a casa Una señora llega toda angustiada con su amiga y le dice que el gato que compró la tiene aburrida, y la amiga le sugiere deshacerse de él yendo al basurero municipal para dejarlo ahí, a lo que la dueña queda de acuerdo.
Al día siguiente llega triste de nuevo, y la amiga le pregunta que había pasado con el gato y esta le contesta:
–El gato volvió a la casa y no se perdió.
–Esta vez, vas al basurero, más adelante vas a encontrar un lago, dale 2 vueltas y déjalo en el árbol que está diagonal al lago, y verás que el gato no vuelve más a tu casa.
Al día siguiente llega otra vez triste y le dice:
–El gato volvió a la casa.
–Bueno, esta vez te vas al basurero, llegas y le das dos vueltas al lago, llegas al árbol, pasas por el puente, te metes por un túnel negro que allí hay, al salir, bajas las escaleras que te llevan al zoológico, das 30 pasos sales por la puerta de emergencia, lo dejas en el pozo y verás que el gato no vuelve más a la casa.
Al otro día llega la amiga, y la otra le pregunta:
–¿Qué pasó?
–Amiga te digo que si no es por el gato... me pierdo.
Al día siguiente llega triste de nuevo, y la amiga le pregunta que había pasado con el gato y esta le contesta:
–El gato volvió a la casa y no se perdió.
–Esta vez, vas al basurero, más adelante vas a encontrar un lago, dale 2 vueltas y déjalo en el árbol que está diagonal al lago, y verás que el gato no vuelve más a tu casa.
Al día siguiente llega otra vez triste y le dice:
–El gato volvió a la casa.
–Bueno, esta vez te vas al basurero, llegas y le das dos vueltas al lago, llegas al árbol, pasas por el puente, te metes por un túnel negro que allí hay, al salir, bajas las escaleras que te llevan al zoológico, das 30 pasos sales por la puerta de emergencia, lo dejas en el pozo y verás que el gato no vuelve más a la casa.
Al otro día llega la amiga, y la otra le pregunta:
–¿Qué pasó?
–Amiga te digo que si no es por el gato... me pierdo.
CUIDADO PARA DAR MALAS NOTICIAS
El adinerado señor se fue a Europa de reposo y dejó en casa a su gato que era como un hijo. A los tres días recibe una llamada telefónica del sirviente, quién era bastante torpe:
–Jefe, ocurrió una tragedia: El gato murió.
De la impresión el señor sufrió un infarto, y cuando se recuperó llamó al sirviente para regañarlo:
–Tienes que tener cuidado para dar malas noticias. Pude morir del infarto cundo me avisaste la muerte de mi querido gato. Tenías que ser más inteligente . Debiste hacerme una primera llamada, diciéndome que el gato se había subido al tejado. Después me llamabas para decirme que el gato no quería bajar del tejado. Después me hacías una tercera llamada para decirme que el gato se cayó del tejado y que estaba mal herido. Y después en la cuarta llamada, cuando yo estuviera un poco más preparado me decías que el gato había muerto. Pero no así, de golpe, como lo hiciste…
El sirviente muy atento le pide disculpas y le dice al jefe que ha aprendido la lección.
A las dos semanas el señor vuelve a recibir una llamada telefónica del sirviente:
–Jefe, tengo que comentarle algo –dice el sirviente.
–Sí, dime...
–Jefe, su mamá se subió al tejado…
–Jefe, ocurrió una tragedia: El gato murió.
De la impresión el señor sufrió un infarto, y cuando se recuperó llamó al sirviente para regañarlo:
–Tienes que tener cuidado para dar malas noticias. Pude morir del infarto cundo me avisaste la muerte de mi querido gato. Tenías que ser más inteligente . Debiste hacerme una primera llamada, diciéndome que el gato se había subido al tejado. Después me llamabas para decirme que el gato no quería bajar del tejado. Después me hacías una tercera llamada para decirme que el gato se cayó del tejado y que estaba mal herido. Y después en la cuarta llamada, cuando yo estuviera un poco más preparado me decías que el gato había muerto. Pero no así, de golpe, como lo hiciste…
El sirviente muy atento le pide disculpas y le dice al jefe que ha aprendido la lección.
A las dos semanas el señor vuelve a recibir una llamada telefónica del sirviente:
–Jefe, tengo que comentarle algo –dice el sirviente.
–Sí, dime...
–Jefe, su mamá se subió al tejado…
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